"How did I fall in love... con ustedes?"

Año 2001. No hace falta contextualizar.

Alguien me dice: "Che Cin, escuché que vienen los Backstreet Boys..." y por mi cuerpo miles de sensaciones.

"Tengo que ir a verlos, como sea". Ahorros en cero. Tres entradas por comprar (y encima una promesa por cumplir).


Natalí y yo pusimos un poco y convencimos a Cly de que nos preste sus ahorros. Juntamos los 90 pesos (cada entrada salía 30, habíamos elegido Platea Alta sin numerar, para verlos "un poco más cerca" que los que compraban Popular).

"Los venden en un local de Lomas", dijo papá, y allá fuimos. Yo tenía pensado invitar a mi hermana Natalí un helado, para volver festejando nuestra compra.


Llegamos al local y pedimos tres entradas. A la hora de pagar nos dicen: "En total son 102 pesos". (Eh? What? Qué rompimos?) "¿Pero no eran 30 pesos cada entrada?", pregunté indignada. "Claro", me responden y agregan "Pasa que también tenés que pagar 4 pesos por cada, por los impuestos". Cintia, Cintia, Cintia. La emoción me había cegado. "¿Y ahora qué hacemos? No podemos irnos sin las entradas...".

Fue entonces que sacrificamos el helado, y también el viaje en bondi.

A patear hasta casita. ¿Cuántas cuadras son?. Ni recuerdo.


Ese mismo día nos cruzamos con Belén y le contamos de nuestra compra. Enojada ella porque no se lo habíamos avisado. Fue a comprarla al día siguiente (creo). Con todas mis indicaciones, para ir a la misma platea.

Tras la confirmación de su compra, sólo quedaba esperar hasta el 28 de Abril.


Año 2001. Abril 28.

Llegamos al estadio de River Plate. Nos llevó papá, nos dejó cerca de las 11 de la mañana de un sábado absolutamente frío.

Una fila enorme para la popular.

Dos filas para las plateas.

Y un hambre "atroz".


Natalí y Belén van a comprar a Mc Donald's. Clyde y yo charlamos con la gente que está a nuestro alrededor.

Una chica al lado nuestro que vino sola fue la compañía ideal. Ella quería charlar y nosotras también.

Al volver mi hermana y Belén, almorzamos.

Tras acercarse la hora de entrar, le digo a las chicas: "Denme todas las entradas, por las dudas las tengo yo". (Y sí, yo era la "responsable" por ser la más grande). Entonces me pongo a mirar una por una... y MOMENTO. Las tres que compré yo dicen PLATEA ALTA SM y la que compró Belén dice PLATEA ALTA BEL.


"¡TENEMOS PLATEAS DISTINTAS! ¡YO VOY A ESTA Y VOS A AQUELLA! ¿QUÉ HAGO? NO TE PUEDO DEJAR SOLA Y NO PUEDO IR SOLA Y DEJAR A USTEDES TRES SOLAS".


Entré en pánico. Una sola pregunta y ninguna respuesta. Pero ni siquiera una idea de respuesta... hasta que... LA CHICA QUE ESTÁ SOLA!!!!!!


Fui, le conté lo que había pasado y le pregunté si no me la cambiaba. Que yo la acompañaba hasta que entrara al recital para que ella esté segura que la entrada de Belén era auténtica.

"Está bien chicas, yo estoy segura que la entrada es verdadera. No hay problema. La cambiamos".

No recuerdo su nombre. Tampoco recuerdo habérselo preguntado.

Pero se lo agradecí por esa noche y muchas noches más.


Horas más tarde y tras correr para estar lo más adelante posible, estábamos disfrutando del show, cada una a su manera: Natalí con esa sonrisa hermosa que lleva siempre; Belén tapándose la cara con su mano como no creyendo lo que estaba viendo; Cly y yo de la mano, llorando y cantando sin parar... and that makes you larger than life!


A diez años de ese momento, la pasión sigue intacta.


http://www.youtube.com/watch?v=FoUKMkF1WGE

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nathan cuando toma teta me abraza.

El cuarto grupo.

Si cerrás los ojos...