Dicen que cuando un amigo se va queda un espacio vacío que es difícil de llenar con la llegada de otro amigo. Dicen que los amigos no se eligen, que llegan a nuestras vidas sin saber cómo ni porqué. Pero aparecen como por arte de magia. Tal es la magia, que no recuerdo cuándo dije por primera vez “ella es mi amiga”. Conocer a alguien por Internet, en un foro de tenis, es algo extraño. Más si esa persona vive del otro lado del Atlántico. Pero así fue como la conocí. Mediante palabras, letras sueltas sobre una plataforma de mensajes. Si me preguntan cómo la imaginaba en ese entonces, no puedo responderlo. Pero si tenía que identificarla podía decir dos cosas: azul y Palmera. Azul porque ella escribía siempre con ese color, así como otras lo hacían en rosa, en verde, en negro… sus mensajes siempre me llegaban de color azul. Y Palmera porque ese era su apodo. Tiempo después supe que su apodo no era sólo haber sido la que más hizo sonar sus palmas frente a Rafa en uno de los torneos, sin...
Hace una semana, Nathan volvió a nacer. El 11 de Abril pasado, tuvo un paro cardíaco durante un minuto. Estábamos escuchando Harry Styles, lo ama. Podría jurar que hasta bailaba, aun estando con respirador y bajo efectos del fentanilo. Cuando de repente, se empezó a poner rojo, después morado.... gritos... "no ventila", "bolsealo", "se me va...", "salí mamá ", "15, 16, 17...", y más frases confusas. Me quedé paralizada. Luego empecé a temblar. Me agarré el corazón y pensé en Chris y Kissi, que estaban en casa. Una enfermera me dijo "andá a la sala de espera, por favor, va a estar bien". Le pedí el celular, todavía sonaba música y quería llamar a mi marido. No lo llamé. No antes de que saliera alguien a decirme algo. Y salió ella... la doctora Luciana, una desconocida para mí hasta ese momento, y me dijo que sólo tuvo que hacerle masajes para que volviera. Un minuto. Se fue por un minuto. Y volvió. Volvió a nacer. El 11 de Ab...
Nathan cuando toma teta me abraza. Pasa su bracito por mi panza y con su mano me agarra el dedo índice. Así es como toma teta. Nathan está en terapia intensiva. Me hacen salir para ponerle vías, para sacarle sangre. Tiene los bracitos pinchados, con moretones de las venas explotadas, siento que lo están torturando, que no están haciendo nada bien, aunque se que es para su bien, me hace mal. Llora. Y lo escucho. Y cuando no lo escucho, me asusto. Por qué no llora más? Qué hicieron para que calle? Y antes de que en mi cabeza exploten ideas, vuelve a llorar. No hay nada más feo que escuchar a tus hijos llorar y no poder hacer nada. Es el peor de los castigos. La peor de las torturas. Sale el médico y me dice que ya puedo pasar. Ingreso y ahí está Nathan recostado, ya sin llanto, con un lamento cansado. Me lo dan a upa, y me dicen que le de la teta así se calma. Entonces, Nathan, con la poca fuerza que le queda, pasa su bracito por mi panza y con su mano me agarra el...
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