Niña por siempre
Varias sensaciones. Mucha emoción. Llegué a Peña y Alsina a pocos minutos del comienzo del show. Casi Ángeles se presentaba en su mayor momento de gloria – y encima gratis- en medio de la ciudad de Banfield. Miles y miles de personas. Más bien diría yo, miles y miles de personitas. Buscar una mejor ubicación era imposible. Había que conformarse con verlo o apenas escucharlo. Los árboles ya estaban ocupados. Las “parecitas” de las casas, repletas. La calle inundada de padres con niñas sobre los hombros. Hermanos y hermanas más grandes acompañando a decenas y decenas de preadolescentes ansiosos por ver a los protagonistas de su novela favorita. Y yo, fan de cualquier producto creación de Cris Morena, también estaba ahí. No podía faltar a la cita. Me moví varias veces. Quería ver el escenario. Ya había visto a Casi Ángeles en un Gran Rex. Pero este show tenía ese gustito especial que tienen los shows gratuitos. Había mucha adrenalina, mucha ansiedad, mucho aire de alegría, de felicidad. ...